lunes, 24 de agosto de 2009

LA PAZ DE LOS IMPIOS



Esta es la historia de Caín y Abel,

Caín está en el poder,

siembra la muerte y alaba falsamente a Dios.


Mi lealtad y mi amor –le dice Dios-

está con los oprimidos.


Pero Caín entrega y reniega de Jesús

delante de Pilato,

quiebra la CONADI,

hace hurto a la ENEE,

quiebra bancos y debe muertes

y entrega la telefonía celular a Caifás.

Cierra todos los espacios

y hace pétrea la constitución.


Su paz traiciona,

en un madrugón entrega en concesión

la patria a las transnacionales de la Minería

a infiernos abiertos.


Da golpe de estado y se pone a favor de los asesinos.

Fraude y traición,

apasionados abrazos con frailes y pastores,

prédica de codiciosos

y desfalco

a la humildad de los que confiaron en ellos.


Hijos de la vanidad

que niegan el salario a sus sirvientes

y forman polillas de excitación

a manera de periodistas

a los que les nacerán llagas de furor

de las que jamás sanarán.


Véanlos bien,

son una etnia aparte,

no olvidéis jamás sus nombres

y los de sus descendientes,

así como los que un día dijeron hablar en lenguas

y dijeron ser obispos

de los altares y de las profecías del regodeo,

iglesias,

sectas, catafalcos y denominaciones.


Ellos que han olvidado

que la fuerza de Dios,

es la gracia del amor

porque su vocación es la justicia,

fe y caridad

que habita en los espíritus libres

capaces de dar su vida por los suyos.


El Dios de la anunciación,

de la vida

y de la participación del pan.


Vedlos bien, a ellos y a sus patronos,

golpistas,

a los que su propia carga los vencerá,

su misma trampa los devorará,

pues han corrompido al pueblo,

lo han llenado de miseria y de perversión;

el delirio es su amenaza

y la sangre que derramen

alcanzará hasta su quinta generación,

los acosará como lluvia de Sodoma y Gomorra.


La maldad

les fermentará sus conciencias en gusaneras

y se comerán unos a otros

y cuando las madres alimenten sus vástagos

los pechos se les volverán frutos secos,

así

se conocerá

que la iniquidad

es la hipoteca de su propio corazón

que reflejan en sus actos,

aunque hoy se vistan de blanco,

hijos de Caín.


Candelario Reyes García

Poeta

Honduras

Día 7 del golpe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario