La Resistencia es horizonte
de tú a tú en hermandad,
no es bancaria,
vertical, ni autoritaria.
Es popular.
La revolución pacifista
del siglo XXI nace en Honduras.
Demolieron la Constitución
y el Soberano, dice:
¡Basta Ya!
La Patria vive
porque el pueblo es desobediencia.
Resistencia
creciente en desobediencia civil,
creativa, solidaria,
esencia alegre,
comprometida con la vida,
el bien y la justicia,
aprendiendo,
creyendo,
construyéndose en la verdad.
El sol prende,
el pueblo aprende
y en resistencia
hace sol y horizonte.
Nadie la puede quebrar
porque no hay caciques,
ni estructuras,
sólo principios, compromiso
y moral.
Nadie puede comprarla,
no está en venta,
ni tiene precio,
no hay amos,
cuellos blancos,
jerarquías,
asesores,
ni pastores vende patria
a cambio de escoria.
El Soberano es la Resistencia
haciendo Soberanía.
La desobediencia es su grandeza
así,
enciende el amanecer
de
benéfica, generosa,
equitativa,
guía y tesoro popular.
La Resistencia no es manoseada,
no tiene loteros, ni embaucadores,
mafias, sicarios,
ni prelados
que le cobren diezmos.
La Resistencia es el alma de Morazán
y las manos limpias de Cabañas.
La reprimen y se levanta fortalecida,
es herida y sana por su mismo primor,
la matan y resucita con sangre nueva.
Resistencia,
levantamiento popular,
patria que camina para ser patria
nacida del sudor y la promesa,
de la fe y el gozo,
del vigor de la alegría
y la concordia con la vida.
La Resistencia es optimismo,
pueblo, griterío,
voz, reclamo,
luz y amistad
de oriente a poniente,
se sur y norte.
La Resistencia es Lempira y Sicumba,
Visitación Padilla y Froilán Turcios,
es su canto de vida,
de siempre aurora,
hoy,
sol naciente,
presente de nación digna.
Azahares y miel
en movimiento,
semillas y sombrillas de colores
en sus afluentes,
abriendo avenidas de valentía,
pensamiento moral
y sentido de humanidad.
Candelario Reyes García
73 días de Resistencia Popular.
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