viernes, 11 de septiembre de 2009

FAUSTO MILLA















Él es

porque el pueblo tuvo un hijo

con una visión

que le permite acercarse a los tiempos

y prestar oído a los cielos,

que humilde

y a la vez enérgico,

habla a la tierra:

heredad de los humildes,

dada por Jesús

en el Sermón de la Montaña.


Su conocimiento

tiene la mano del cariño

y la voz del compromiso.


He aquí el portento de su cura.


Él no desprecia.

Él alivia

que a eso ha venido

y por eso camina con el pueblo de Dios.


Así convoca a la asamblea

y se va de misa con los humildes.


Quita la carga al fatigado

y libera al esclavo,

porque él es siervo del Señor

siendo el primero

en el servicio a los pequeños

de este reino.


Ahora se le puede ver:

es un peregrino simple y común

en esta resistencia contra el golpe.


Así, un día,

denunció como el río Sumpul

se había vuelto sangre

de los campesinos ametrallados

por los ejércitos del Salvador

y de Honduras que se unieron

haciendo una sola nación pecadora,

juntando sus armas de injusticia

contra inocentes que huían,

anhelando vida y fueron pasto de muerte.


Jardines de hojas verdes refrescan sus pies

y brea de enjambres adornan sus años,

a este ungido profeta del pueblo,

del que presumimos

una ciudad fiel

por corazón

y ríos de agua viva

en su frente.


Candelario Reyes García

52 días de Resistencia Popular

No hay comentarios:

Publicar un comentario