Una vida,
todas las vidas.
Una entrega de por vida
para crear un mundo de justicia,
con el talante sencillo como las mujeres suelen
hacer amable el universo
y darle la sazón perfecta
al bocado de la ternura.
Si bien no inventaron el relieve de las montañas,
ni prodigaron los arrecifes del mar,
si fueron la creadoras del arte rupestre del hogar.
Así
apareció
y fue público
el grafiti para protestar
con la misma decencia con que se saluda
o se gasta acrecentando
el sentido de la solidaridad.
Y entre la sombra y el sigilo,
la luz
vino y cocinó el futuro,
guardando celosamente el archivo
de la verdad.
Leer,
entonces;
resitir,
pues;
responder,
siempre;
protestar,
con ahinco:
es asunto de mujeres
en el edén de la dignidad,
de manera limpia
y concepción refleja
de dar género a la humanidad,
amando.
Ojos vivos de vivir luz propia,
rostros definitivos de gozo,
voces, voces, casi cantos al viento:
son las mujeres que se organizan
y demandan con lucidez
y con lealtad,
siempre dispuestas a dar más
restituyendo la verdad.
Bertha,
en todas las mujeres de la resistencia contra el golpe,
que niegan
y reniegan,
que verdad se escribe
con tinta de mentira,
con golpes a las mujeres,
con humillación
y crimen.
Bertha,
ciudadanía plena,
autodefensa en un mundo machista,
golpeador y bestial.
Mujer confrontando la desventaja;
entregada.
en la reconstrucción de la patria
que es la justicia,
el bien,
la paz.
Bertha y todas las mujeres
hoy en esta resistencia,
son el mayor testimonio
de que si se puede crecer
y emerger en la alternativa,
al decir
¡no! ¡ya basta!
al horror.
Y
saludar al honor
de hacer un mundo para vivir,
laborando y sonriendo
igual cuando invitan a un jazmín,
una orquídea
o un rosal,
a pasar adelante
y habitar en casa,
en la lumen del hogar.
Candelario Reyes García
Cincuenta días de resistencia popular.
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