martes, 11 de agosto de 2009

"Y VI LA BESTIA"














A Pepe Lobo y Elvin Santos

Apocalipsis 18.15


Era niño y fue la guerra,

un partido de fútbol:

Honduras el Salvador

y se abrieron las puertas del infierno.


Catorce de julio del sesenta y nueve,

no hubo gol,

sólo un método de dictadura y castración.


Once años de edad,

tuve que esconderme,

ponerme a salvo de la muerte,

cada noche, cada día, cada hora,

cada minuto, cada segundo,

entre zanjas, peñascos,

en las montañas, en los caminos,

sabiendo de los lamentos de los muertos,

viendo el hambre y el temor

desde pequeño,

en los pequeños,

en los que nada tienen

y viven o mueren al día,

en el pasto del día, día.


Mi familia estaba dispersa,

mi patria manipulada.

El absurdo tiene el tamaño

del torax de la bestia,

en las fronteras

y el oprobio de las cacerías

de los sicarios

que se le derivan

y a mansalva

tiñeron de sangre

los ríos Chamelecón y el Ulúa.


Julio, dosmilnueve,

golpe militar,

guerra contra el pueblo,

sangre, cerco, crimen,

siempre se trata de los mismos matones

y de la misma opulencia

azuzando la bestia contra el débil.


La sangre de los inocentes

siempre les sabe bien,

en crudo

o adobada de mentiras

servida en el platillo de sus negocios.


¿Fútbol o encuesta?

guerra siempre

y la radio en transmisión directa,

pero en lengua convexa

y un ferrari al frente;

cuestión de paradigma:

sintaxis de miedo y odio.


En la composición de las voces,

la mentira.

De premio, el billete.


El pueblo es analfabeta, pero oye radio,

sea del padre, del hijo

o del espíritu de espanto

bendecido por la diosa fortuna

de la publicidad de gobierno.


Televicerdos amasando caudales,

sólo haciendo esfuerzo mínimo:

sembrar miedo y terror.


Mentir, mentir, mentir

para acostumbrar a los cambios

de las sucesiones golpistas;

arrinconar, someter los cerebros,

diezmar las voluntades.


Pagan los vencidos

y hay buena propina de los vencedores.

Ganar, ganar, ganar,

mentir, mentir, mentir,

es el juego democrático

de libre empresa,

de libertad de prensa.


Y se sabe,

que ni organizando un teletón

permanente,

los hondureños,

en generaciones,

tendríamos las monedas suficientes,

para comprarles Honduras,

a los dueños de los medios,

que la tienen secuestrada,

con sus partidos,

sus bancos,

sus poderes.


¿Cuántas muertes son necesarias

espíritus mal sanos,

cuánto, cuánto ¡ay! y rechinar de dientes

deberán acumularse

en su vanidad y su panza?

Voces de radiodifusión,

mohines en la televisión

grabadas en el subconciente,

más certeros que los disparos,

cobertura de radio total,

para que pasen los esbirros

y sean invisibles las matanzas

silenciosas

y punto aparte de los noticiarios.


La fórmula es el consenso

soltando las furias a matar,

al final,

es un asunto de gobierno,

traicionar, mentir,

asaltar,

que cuando la mentira se vuelve verdad,

la democracia

tiene una infinidad de posibilidades,

golpe a golpe,

radio a radio,

tiro a tiro,

tele a tele,

cuenta a cuenta,

banco a banco.


Candelario Reyes García

Poeta

Honduras

día 23 del golpe.

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