TORRE LIBERTAD

Mirá

chino, van a negociar

¿Haber si en el molote del billete ese,

te sale a vos ganancia

o la quiebra;

porque como dijo el ñato,

nunca se sabe;

que tal que de allí,

en lugar de borrón y cuenta nueva

salte

una investigación

de esas de:

ni perdón, ni olvido?

Pucha,

aunque vos tenés la piedra de la figura

de siempre caer parado

¿Haber si en esta te sale cargada?

Así las cosas,

sólo te quedará ser más

millonario, millonario.

¡Hablemos claro!

siempre haz sido suertudo

con los grandes contratos de gobierno

y la merluza de los empresarios.

Le has entendido bien al trámite

con los ministros, asesores,

gerentes

y conserjerías

a la hora de la coima.

En esa pista,

sos

pura sangre.

Pensándolo bien,

no se si te habrás trastabillado

en tu carrera política

cuando ya estabas a punto

de tirarte buscando la butaca del jefe de jefes;

ya ibas levantando el mentón,

pero

¡hablemos claro!

te fuiste un poquito en la ambición.

Ojalá

que nadie sepa detalles

de cómo

te pasaste de filántropo a golpistas.

¡Done un golpe de estado

y haga democracia

por el bien de Honduras!

Ibas bien

con lo de la pipa de agua en los barrios pobres,

y sacarle a los ricos

una aula

que combinado con tu foro

de proyecto de país

¡Ya levantabas aire.

Ibas bien, para qué!

Es cierto,

siempre tu aspecto de zopilote apucullado,

pero sí producía cierto agrado tu silueta

bien combinada con el pisto

y no se tomaría a mal,

aunque seas más feo que pepe,

bien pudiste hasta llegar.

Ya como golpista

¡Quién sabe!

Lo feo no demerita,

porque si de modelos se tratara,

no sos peor que rosuco;

que el traje,

sí estiliza y no en ridículo al mono.

Te metiste al negocio de golpista.

No se puedo decir

que se te pusieron los ojos cuadraditos,

porque eso es imposible

se te ponen más chinos

cuando ruedan los dados de las monedas.

Así hiciste el giro del diez,

no hubo tales,

inició la campaña educativa

de erosionar la estampa de MEL,

que cada día se hacía más popular.

Y vos

y casi todos los medios,

haciéndole a la navaja.

La gente decía,

es que ese chino no es baboso,

ya se está agarrando

de las alitas de Elvin.

¡Y qué,

si vos te sabías bien la treta!

¡Era el golpe!

A esa letra,

vos sos el que mejor le conoce los garabatos;

haber si no te la cobran

como letra de cambio

cuando salgan las facturas

a lo claro.

¡jum,

vos siempre caes parado;

ni te preocupa!

¿Cierto?

chino.

Candelario Reyes García

Poeta

Honduras

Día 22 del golpe