sábado, 22 de agosto de 2009

¡OH MUSAS!



Porque las víctimas no pueden caer en el anonimato,

ni los victimarios en la impunidad.


Musas ¡cúbranse, cuidado!

Viene el ejército con las bayonetas,

¡cúbranse,

no de las bolas de goma inmune

que lanza custodio,

ni de las burbujas consagradas de gases

que puya el cardenal!

¡cúbranse de ser manchadas!


Escapen

de los chorros de las tanquetas,

si quedan estigmatizadas de tinte

y son sorprendidas por las fieras pastorales

y las ratas peinadas doctorales,

las van a machacar, las van a diezmar

con garrote y veneno.

Cuídense musas,

que imbuirme deben

en esta contienda

que ha de conocer el mundo,

saber, palpar, sentir:

que, de un lado se alinea la mentira

con sus ejércitos goriletis,

con sus mandos especiales macabros,

con sus cuadrillas antimotines tétricas,

con su modernidad de homicidas,

armados de esqueletos togados,

pertrechados de calaveras cronistas;

y del otro sector,

se compacta sudoroso,

sediento, mal comido,

mal dormido, indignado

pero contento, cantando

bajo un colorido de mantas y pancartas,

el pueblo en desobediencia.


Unos pocos traen palos,

muchos menos, piedras y resorteras,

que sólo usarán en caso de retirada

en intifada para contener la bestia

y que el aplastamiento a los caídos,

no sea tan brutal, tan sangriento.

Se escuchan himnos y consignas,

traquidos y estruendo de aparejos.

Una tropa es profesional y entrenada;

la otra fracción,

es una multitud que ha alcanzado reunirse

bajo la fe de que Dios está con ellos

y con ellas ángeles vienen a pie

trayendo flores, temores, pero no miedo

rezos y esperanzas, sangre y vuelos.

Los armados están fijos, firmes,

bajan de los camiones blindados

con una sicología, una táctica diseñada

y una dosis de droga graduada.

Del otro frente,

fundidos entre la nube del jubileo

vienen vendedores ambulantes

de agua, frutas y burritas.

Es una marcha y avance de signos amenos

con una sola idea clara:

“que el pueblo unido, jamás será vencido”

Allá las fuerzas del toque de queda;

aquí el pueblo de la desobediencia civil

y de la insurrección pacífica

contra el golpe.

Allá la fuerza.

Aquí la razón.

¡Oh musas, alerta!

Métanse entre el pueblo que hace jornadas

allí entre la historia de caminar y sudar.

¡Musas, cúbranse con pañoletas,

protéjanse del sol, tomen la luz

y cólmense de alegría

que la inspiración se conjuga

entre ese olor a resudación y la frescura

de darse calor hombro a hombro,

color y ardor paso a paso!

Oigan que las voces

tienen la música de la emoción,

el iris se adivina multicolor

y el tornasol aviva el paisaje

de todos los timbres y melodías,

del reclamo el ambiente

es de cataratas cantando libertad,

campanarios de hojarascas

los vientos,

los vuelos y los cantos, reyertas

de los cielos abiertos

en el anuncio de la justicia,

el bien y la paz

que se origina en las gargantas.

¡Musas, vamos, avancemos!

Soplos de los siglos nos observan,

es la dignidad en el arresto de lo bueno,

es un pueblo cercado, incontenible,

cercos militares de represión,

estado de inmovilidad,

reprimido, no rendido

que burla las alambradas,

las púas y los disparos

y dignifica la sangre de los caídos,

de los mártires; van en camino

enfrentando la historia,

confrontando el crimen,

reclamando la honra y la decencia,

diciendo no al golpe,

no al gorilismo de los políticos de oficio,

no al atropello de los generales miserables,

no a la impunidad de los criminales de cuello blanco,

que han perpetrado alevosía contra la patria.

Maestros, pobladores,

sindicalistas, extensionistas,

campesinos, cooperativistas,

labradores, agricultores,

caficultores, amas de casa,

venderores ambulantes,

obreros, deschambados,

heridos, amoratados,

adoloridos, enfermos a medio gas,

artistas, poetas,

caricaturistas, teatreros

camarógrafos, deportistas,

mujeres, hombres,

pajaritos, mosquitos, libélulas

y luces del porvenir,

están aquí, de este lado,

con la confianza de que los golpistas caerán.

¡Musas, a marchar, únanse

contra toda barrera,

adhiéranse de este lado.

Luchen, venzan al pertrechado

que legitima el hambre,

la violencia,

la mentira y el mal

con esos disparos arteros

que ya derramaron sangre

de este lado del pueblo!

¡Musas, la historia, la vida,

es un mismo iniciar! ¡Vamos juntos

que la razón triunfará!


Candelario Reyes García

Poeta

Honduras

Día 15 del golpe.

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