
(Periodista laureado del golpe,
para nunca olvidar su premio y su crimen)
Están cagados,
cagados, cagados,
cagados, cagados,cagados
cagados, cagados,cagados, cagados,
cagados, cagados,cagados, cagados,
cagados, cagados,cagados, cagados,
cagados, cagados,cagados, cagados,
cagados, cagados,cagados, cagados,
cagados, cagados,cagados, cagados,
cagados, cagados,cagados, cagados,
cagados, cagados,cagados, cagados,
¡Límpiense, desapareciendo,
que se cagaron en esta nación!
Al verdadero pueblo,
jamás lo van a comprar,
que el honor no está en venta,
el sacrificio tampoco viste de fatiga
ni la patria se aplasta con una bota.
No podrán
a la dignidad vestirla de blanco espurio
así le chupen toda la sangre,
ni vestirlo de púrpura,
así le vacíen
todos los tóxicos de sus tanquetas.
Nuestro presidente
Manuel Zelaya Rosales
viene rumbo a la patria,
el pueblo lo estamos esperando
para ponerlo a salvo del exilio forzado.
Escuchen las consignas:
“no somos cinco, no somos diez, no somos cien,
prensa vendida,
cuéntennos bien”
“Mel, Mel, Mel, Urge Mel”
“El pueblo unido, ¡Jamás será vencido!”
Y este mar de primor insurrecto,
este gentío,
crece,
crece
y el valor es una fiesta en las calles,
en los caminos,
ante los retenes,
de frente a la historia,
indignado frente al descaro, la corrupción y el abuso.
¡Abran fuego,
ustedes que tienen en sus corazones el infierno!
Exterminen a los hijos de Lempira, Morazán,
Visitación Padilla, Froylán Turcios, Clementina Suárez…
Para que la gente no grite: “¡pueblo, únete!
¡ pueblo, únete! ¡ pueblo, únete!”
¿Pero
cómo harán
para opacar el valor de MEL?
Si esa palabra ya está tatuada
en el agua de los ríos,
en el canto de los pajaritos,
en las copas de los árboles,
en la piedras de las avenidas,
en las sonrisas de los manifestantes,
en la brisa de las tardes
y en el rocío de las mañanitas
sobre la grama y los pétalos.
No podrá contra él
sus leyes mordazas
ni el estado de sitio.
Que MEL
significa
¡Pueblo! ¡Pueblo! ¡Pueblo!
con todas sus letras.
Maten niños,
persigan entre las sombras,
torturen
y llénense de más asesores , pastores y obispos
para afinar sus planes de Belcebú
y que no se escuche más:
“Si este no es el pueblo ¿el pueblo dónde está?
…¡el pueblo está en la calles pidiendo libertad!”
“¿Están cansados?
¡NO!
¿Entonces?
¡Adelante, adelante, que la lucha es constante!”
Hoy
es hoy,
mañana y siempre
en la potestad del entusiasmo hondureño
que va reclamando patria por calles y caminos
porque lo podrido
se ha desintegrado por dentro
y quiere
de pus
llenarle el alma
al que no se quiere corromper.
Poder popular,
Poder ciudadano,
Cuarta Urna,
Libertad,
que nuestro ideal
y los mártires de esta resistencia
valen más
que las trampas pétreas
y los poderes confiscados.
Hoy es hoy
y cada día tiene su sol y su pan
en la profunda reflexión del amor,
aunque la prensa se venda,
aunque la empresa privada promueva las balas,
aunque militaricen el escudo nacional,
aunque los traidores traicionen a su madre,
aunque los poderes del estado
hayan perdido legitimidad
por golpistas,
títeres
y raptores
de la constitución.
Hoy es hoy,
que con su ardor de ternura
sólo el fiel sigue vigente,
así ustedes lo asesinen.
Candelario Reyes García
Poeta
Hondureño
Día 9 del golpe
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