
(Al poeta chileno Quique Silva)
Contra la dictadura,
Aquí, así, en la clandestinidad,
Morazán vigila,
con el pueblo en las calles bajo los gases
y en las montañas inmolado con filo de cuchillos.
Tres poderes del estado golpista
y treinta y tres días de dictadura.
Carlos H. Reyes herido
junto con tres manifestantes
y a saber cuantos desaparecidos.
Es lo acordado en la chanchera.
La justicia popular juzgará:
han marcado al pueblo como ganado.
Radio Resistencia Morazán, informa.
La resistencia es el pueblo enardecido,
como árboles, Ceibos
del regocijo de los dioses mayas,
los humildes, resisten.
Muestra del corazón
no cesa la verdad
que pisoteada por la policía,
cae y se levanta.
Micheletti acumula crímenes,
el golpe de estado es crimen de lesa humanidad,
brama el mar
y en su plenitud el cielo, guarda.
El dictador endurece cada vez más su corazón,
que no es de carne
de fiera o de bestia;
es de harina y piedra
del diezmo de los templos,
amasado y horneado
lento,
soberbia maestría
de los diestros de la ley inicua,
la sordidez y el simulado fervor.
Radio Resistencia Morazán, emite señal:
FM 90.1
Intensos y conocidos
son los duelos de los que sufren
¡Proclamad, naciones,
el pueblo sufre pero resiste!
La Resistencia de Morazán
va con la gloria de este Pueblo Santo,
Mártir,
cuya fortaleza
es la desnudez de su mismo testimonio.
¿Mutará la piel este suelo
si por heredad nos dan aflixión?
Matan pasando por cuchillo,
disparan a mansalva.
Los heridos y los manifestantes
caen al suelo
y sólo los más jóvenes,
lanzan piedras para detener a “los cobras”
y los batallones opulentos armados.
El prado es de la muerte,
pero la vida lucha, herida, dolida,
desarmada.
Franco tiradores,
convoyes golpistas
son los asesinos,
pero la fuerza conjunta
es de nombres ya conocidos.
¡Sangre, sangre!
¡Un herido!
¡Cientos de detenidos!
¡Gritos! ¡Dolor! ¡Rabia!
El pueblo desarmado
y una radio clandestina le da auxilio
para que se escuche
y haya voces
que se unan
y paren este crimen
que tiene dueños
y derechos de autor privilegiados,
corredores de bolsa
y barras de marca.
Esta represión rompe corazones,
dispara, hiere tripas y pulmones,
corta nervios y vidas
para que Micheletti acumule crímenes.
Que este golpe de estado
es de lesa humanidad:
fuerza bruta
contra la palabra y la razón.
Es hoy,
pero habrá mañana
y castigo a los culpable,
que por alta que sea la noche,
Morazán vigila clandestino.
Candelario Reyes García
Poeta
Honduras
33 días de dictadura.
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