
Elegante, jamás despectivo
ni pordiosero,
el magisterio es el talle de su sangre,
conoce enigmas y nadie lo engaña,
su distinción ha labrado
el oro de sus talentos
en el río de los siglos:
es obrero intelectual que se dibuja a pulso,
defensor de la razón
a costa de mil cicutas;
la dignidad de su frente
y de su juicio
sólo es una estrella
de bibliográfica rutina diaria.
En la resistencia vibra
el alma del magisterio honesto.
Sabe de la lucha y tiene mártires,
guarda memoria y cicatrices
y conoce el catálogo de los golpistas,
que por generaciones
y hasta por herencia
han sido sus torturadores,
aquí
y en todos los calabozos de la ignominia.
Magisterio consciente, paz
y lucha presente sin pisca de duda.
En la calma un huracán
porque su voz derriba muros
y en la lucha, porfiada
su tenacidad rompe cadenas
e inaugura alas.
Debate, reflexión, cambio y poder,
aulas, acción, abrazo
y brazo en alto,
que unido es viento,
paso y mundo haciendo camino:
el magisterio mueve
las montañas
como si fueran granitos de mostaza,
juego de niños
o una batida de vela venciendo un mar.
Un archipiélago de mantas,
una constelación de pancartas,
una voluntad en consignas:
lucha popular,
resistencia y dignidad
y el magisterio
pone en su frente la soberanía
y con celo
gana la euforia
de apreciar ante todo
la justicia y la verdad
para ser libres.
Ni espejismos,
ni ignorancia en dosis,
ni pigmeos de conciencia,
ni tiranías vandálicas,
ni golpes de estado militar,
caben
en su diario pedagógico
cuando suena la campa.
Resistencia es el magisterio,
himno vivo de la patria en las calles,
sacrificio sin cansarse
hasta no borrar todo insulto a la razón.
Cercanía, anhelo, aprendizaje
vivencia del ser en el bien,
que en el aula se aprende
y en la vida se moldea para saber.
20
El primero
entre todos los maestros,
dijo:
que cuando la sal se pierde
es pisoteada como polvo;
pero
cuando es sazón buena,
vierte sabor al mundo.
Resistencia contra el golpe usurpador,
contundencia contra la opresión
¡HASTA QUE CAIGA!
y que la Patria pueda sanar heridas,
las aulas rasgar la oscuridad
y la estima y el optimismo,
crear el mayor bien social.
Por eso
¡El magisterio consciente!
¡Aquí está presente!
Candelario Reyes García
77 días de resistencia.